LA CHAMBA GUAMO: ENTRE LA ARTESANÍA Y EL DETERIORO AMBIENTAL
1. UBICACIÓN DE LA VEREDA LA CHAMBA
La vereda la Chamba, se ubica en la región suroriental del municipio del Guamo Tolima, sobre la margen izquierda del Río grande de la Magdalena; se encuentra a una hora y 15 minutos de la capital musical de Colombia (Ibagué) y a 3 horas de la capital Colombiana; limita por el norte con el rio Magdalena, por el sur con la vereda Chipuelo oriente, por el occidente con la vereda Chipuelo centro y por el oriente con la quebrada regalada e Inga.
2. RECURSO HÍDRICO
La vereda la Chamba del municipio del Guamo Tolima, hace parte de la vertiente del río Magdalena que está formada por la cuenca del río Saldaña. Tienen interés particular los ríos Magdalena y las quebradas Agua Dulce, Inga y Serrezuela, de las cuales hacen uso de ellas, 243 familias, en labores de recreación, lavado de ropa y utensilios de cocina y para el consumo humano, en épocas de escases de este líquido, siendo estas fuentes hídricas receptoras de las aguas residuales y desechos sólidos.
3. PRINCIPALES RECURSOS NATURALES
3.1 Flora
La vegetación de la vereda, se caracteriza por el predominio de especies herbaceas como el bihao (Calathea lutea)) y palma iraca (Carludevica palmata).
También son frecuentes los árboles y arbustos pioneros (propios de zonas intervenidas), como lo son: Sangregado (Croton funckianus),Yarumo (Cecropia peltata), Balso (Ochroma tomentosa)y Pringamosa (Urera caracasana).
En las riberas de los ríos más caudalosos se encuentra una asociacion de Guadua (Guadua angustifolia) con frondosos árboles de Bilibil (Guarea trichiloydes).
Y Caracolí (Anacardium excelsum) que superan los 2 metros de circunferencia.
Otro tipo de vegetación son las de zonas aledañas a las viviendas rurales que han sido reforestadas con especies ornamentales o frutales. Entre las especies ornamentales se destacan Chicalá (Tabebuia chrysantha), Igua (Pseudosamanea guachapele), Azuceno (Plumeria alba), Catape (Thevetia peruviana) y las acacias roja y amarilla (Delonix regia y Senna siamea), respectivamente. Como especies frutales se destacan Mango (Mangifera indica), Ciruelo (Spondias purpurea), Anon de monte (Rollinia membranaceae),Gauyabo (Psidium guajaba), Limón (Citus limonum) y Mamoncillo (Melicocca bijupa).
Hay especies que se están agotando como es el caso del Guázimo, matarratón, Teca, entre otros, los cuales son deforestados para emplearlos como materia prima para la cocción en la práctica alfarera.
3.2 Fauna
La riqueza faunística de la zona es considerable, teniendo en cuenta el gran deterioro del ambiente físico y biótico, prevaleciendo especies animales de tipo generalista o de ambientes perturbados (zonas abiertas). La mayoría de las especies presentan abundancias relativas bajas.
Los relictos de bosque constituyen el hábitat de las especies faunísticas y con su desaparición se amenaza la fauna. El municipio del Guamo enfrenta una situación crítica en cuanto a fauna silvestre se refiere, ocupando los últimos lugares de diversidad en la ecoregión del Alto Magdalena, resultado de la desaparición de los hábitat por la expansión de zonas ganaderas y de cultivos. (Documento PBOT 2004).
Entre las especies que aún persisten se encuentran los anfibios, la mayoría de mamíferos silvestres se han visto muy disminuidos debido a la caza y tala indiscriminadas de los bosques; los reptiles predominan en un alto índice, existe un 40% de la especie Colubridae, representadas por la rabo de Ají, Pudridora, Talla, Cascabel y Cazadora, es importante citar el orden sauria con sus dos (2) representantes, la iguana y la lagartija; la clase aves representa un 50% para las especies reportadas en esta eco región del alto magdalena; los carroñeros son más escasos solo con el 5%, los coleópteros forman uno de los órdenes más importantes de los insectos entre los más representativos están luciérnagas, mariquita, escarabajo, entre otros. (Documento PBOT2004)
4. ORGANIZACIÓN SOCIAL
Los habitantes de la Chamba, cuentan con la junta de acción comunal, la cual desempeña una labor social, de gestión ante el señor Alcalde y concejales, así mismo está subdividida por comités entre los cuales están el social, cultural, deportivo y pedagógico, donde cada uno de ellos se encarga de de orientar a la comunidad en su ámbito, así mismo existe un concejal electo por la comunidad y quien en el momento es el presidente del concejo municipal, cuyo fin es presentar proyectos a la Alcaldía Municipal en miras a mejorar el progreso y bienestar de sus representantes; también se cuenta con el apoyo del sacerdote Laureano Vargas Cuervo quien orienta a la comunidad no solo en su parte espiritual sino emocional y social.
5. PRÁCTICAS CULTURALES
En La Chamba, pequeño corregimiento del municipio del Guamo, se descubre la infinita riqueza artesanal alfarera del departamento del Tolima: moyos, cacerolas, vasijas, platos, pocillos, bandejas, ollas y vajillas completas constituyen sólo algunos de los elementos que conforman su rica expresión en los colores negro y rojo vivo.
Alrededor de la alfarería gira la vida cotidiana de los pobladores de La Chamba, donde se recoge la historia de sus ascendientes indígenas. En este cálido y pequeño retazo de mundo, la unidad familiar ha sido el motor de empuje que ha dado paso al importante desarrollo artesanal alcanzado. Cada uno, con su grano de arena, aporta al trabajo colectivo su tenacidad y esperanza: los niños se encargan de recoger el barro. Los viejos apilan la leña, las mujeres con su ingenio y creatividad dan la forma, y los hombres dedicados a las labores de la ganadería y la agricultura- son los encargados de prender el fuego y mantener viva la llama que cocina la satisfacción de una labor de equipo. De esta manera, adquiere vida, color y forma su tradición.
Las mujeres y los niños recurren a los elementos más simples de su entorno y los convierten en valiosos instrumentos de trabajo: para alisar la arcilla utilizan la tusa de la mazorca húmeda; pulen y cortan con trozos de totuma; acuden a las piedras de río o a las semipreciosas para brillar el barniz o engobe, y recogen el estiércol de burro para ahumar y lograr el efecto mágico del negro profundo en sus objetos.
En diferentes lugares, los alfareros recogen tres tipos de arcilla: gruesa o grasosa; arenosa o desengrasante, con la que construyen las piezas; y la fina y roja, que posee un alto contenido de óxido de hierro, se utiliza especialmente para dar el baño final y brillar. La arcilla se coloca en un costal y al secarse los niños se encargan de pulverizarla golpeándola con palos. El paso siguiente consiste en elaborar la masa, que se obtiene de mezclar esas diminutas partículas con agua hasta alcanzar el punto ideal de consistencia, y se procede a moldear. Las piezas terminadas se pintan con un engobe hecho con arcilla roja. Este barniz se aplica de manera pareja, logrando sellar la superficie y darle ese particular brillo, rojizo en oxidación, que posibilita que las piezas se negreen completamente, marcando la diferencia con la cerámica rústica. Después de treinta días de secado comienza el proceso de cocción y luego la labor de brillado, donde los artesanos realizan el juego de recorrer con piedras los utensilios en una y otra dirección.
El proceso de acabado obedece a las técnicas utilizadas por las comunidades indígenas tahona y calima. La cerámica de color rojo vivo, o rojo indio, resulta del óxido de hierro presente en la arcilla; la negra, de someter las piezas en caliente al contacto con el ácido clorhídrico que se encuentra en el estiércol. La quema que se lleva a cabo en hornos "cúpula", de origen árabe y de uso común en la alfarería de La Chamba, fue introducida por los españoles al momento de la conquista.
Uniendo el pasado y el presente en la elaboración de utensilios de uso cotidiano, el mayor valor de esta tradición tiene sus secretos en el trabajo de familia, donde se fusionan esfuerzos y puñados de arcilla para darles matices de vida y tonalidades de color a sus cálidas creaciones.
La cotidianidad en La Chamba transcurre lejana a la prisa, mas el viernes tiene un encanto especial: es el día del mercado y desde tempranas horas se observa el ir y venir de las lanchas, donde se apilan las cerámicas que son llevadas a los diferentes mercados regionales. Pero más allá del intercambio comercial, este espacio se convierte en el mejor escenario para descubrir los rostros de su gente: alegres, apacibles, cordiales y llenos de vida.
Como complemento de su práctica artesanal, trabajadores, artistas y artesanos celebran cada dos años el festival del barro, en donde niños, jóvenes y adultos se divierten y dar a conocer sus bondades artísticas a propios y turistas, sin embargo con estas festividades se incrementa el grado de contaminación atmosférica, hídrica y por residuos sólidos, ya que sus habitantes incrementan la fabricación de vasijas y otras obras, haciendo más uso de los hornos, así mismo por carecer de sitios propios para la recolección de basuras, turistas y demás personas arrojan sus desperdicios en todos los lugares disponibles, residuos que posteriormente son recolectados y arrojados al sector del olvido o a las fuentes hídricas como el río grande de la magdalena, quebradas inga, regalada y agua dulce, afluentes que son utilizados para el lavado de ropa y utensilios de cocina, para el baño diario y en épocas de escases de agua para la preparación de alimentos.